Mentiras (1ª parte)

Abrir los ojos por dentro y ver lo de fuera. Darme cuenta una vez más de la gran mentira que nos rodea, ese sistema de vida, como otro cualquiera, que nos han tatuado en el alma, como tatuan en la carne de las reses. Haciéndonos pensar que no tenemos que pensar, que ellos ya han pensado por nosotros, y que borremos todo lo demás.

Viendo la tele me siento muy pequeña. Intento comparar nuestra idiosincrasia con la de las demás civilizaciones, tribus.. etc, intentar entender cómo nos portamos con la naturaleza, con los demás seres humanos y animales, contrastar y sopesar las ventajas o avances. Y llego a la conclusión, de que aunque nos inciten a la comodidad cada vez más, se está haciendo de un modo enfermizo. Nublándonos la visión con modas y trivialidades absurdas que le quitan toda la esencia a la VIDA, al don de vivir, a la oportunidad de jugar.

Y me siento pequeña, y sola. Me duele toda la crueldad, como cuchilladas a sangre fría, me invade el desánimo y las ganas de llorar, de acurrucarme desconsolada y llamar a mi madre. Pero no lo hago, solo dejo que pasen los segundos y entonces el dolor se transforma en en rabia, en ira, en coraje y este en fuerza, después en apatía y por último en conformismo. Simplificar todas las preguntas a una única respuesta: vivir a mi manera, hacer lo que me gusta, sacar lo bueno y soportar lo malo.

(Continuará)